El boricua Curbelo se luce ante el primer rival europeo

ROSARIO/SANTA FE (FIBA U17 Basketball World Cup 2018) - Dos de los sueños de Andre Curbelo se hicieron realidad en el primer día del FIBA U17 Basketball World Cup 2018 al jugar para Puerto Rico en la escena global y al enfrentar a un rival europeo.

Puerto Rico está disputando el Mundial U17 por segunda vez en su historia después de terminar quinto en el 2014 con solo una derrota. Y ese registro sigue intacto tras la victoria por 76-68 sobre Turquía en el Grupo A, donde Curbelo estuvo cerca de un triple-doble con 20 puntos, siete rebotes y siete asistencias.

"Estoy realmente entusiasmado. Ha sido una gran experiencia y una gran oportunidad de poder jugar contra equipos de todo el mundo. Disputar un Mundial era uno de mis sueños porque siempre quise enfrentarme a equipos europeos," dijo Curbelo.

Puerto Rico también enfrentará a República Dominicana y Australia en este grupo.

"Este grupo no es sencillo. No sabíamos qué nivel tenían Australia y Turquía, lo cual volvió las cosas un poco más difíciles. Pero nada se nos pondrá en el camino de lo que tenemos que hacer," dijo Curbelo sobre el desarrollo del torneo.

El base armador de 1.85 no será el primer Curbelo en jugar a nivel internacional. Su padre, Joel Curbelo, representó a Puerto Rico en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y enfrentó a la poderosa Yugoslavia de Dejan Bodiroga, Predrag Danilovic, Sasa Djordjevic, Zarko Paspalj, Vlade Divac y Dejan Tomasevic. Curbelo también se enfrentó al Brasil de Oscar Schmidt y Puerto Rico se vio las caras con la Grecia de Panagiotis Giannakis, Panagiotis Fassoulas y Fragkiskos Alvertis, pero Curbelo no vio acción en ese partido.

En total, Joel Curbelo jugó profesionalmente por 18 años y fue el juego de su padre lo que más atrajo a Andre al deporte.

"Inicialmente jugaba al béisbol, pero luego iba a los partidos de mi papá y pensaba que era un deporte realmente divertido. Luego de un par de juegos le dije a mis padres que quería jugar al baloncesto," recuerda Curbelo.

Su padre no era el único miembro de la familia que estaba involucrado con los deportes.

Su madre, Joann Rodríguez jugó para el equipo nacional de handball de Puerto Rico. Su tía jugó baloncesto internacional para Puerto Rico y su tío también jugó al baloncesto como su hermano y su primo actualmente.

"NUESTRA META ES GANAR EL TORNEO, OBVIAMENTE. PERO NECESITAMOS JUGAR DURO Y UNIDOS Y SEGUIR EL PLAN DE JUEGO."Curbelo

Todas esas horas de práctica, mirando y discutiendo el juego ayudaron a moldear a Curbelo en un líder, lo que sucedió en el FIBA U16 Americas Championship 2017 donde Puerto Rico terminó tercero. Parte de la razón por la que Curbelo está entusiasmado acerca de las chances de su equipo en Argentina, es el estrecho vínculo que tiene con alguno de sus compañeros de equipo ya que este será el tercer campeonato que jugará con Christia Cruz, Derek Luna, Sebastian Martinez, Jermaine Miranda, Victor Rosa y Harry Sosa.

"Eso nos ayudará mucho porque nos conocemos entre nosotros hace un largo tiempo. Conocernos ayuda a nuestra química y eso nos hará jugar mejor," dijo Curbelo.

Si bien Puerto Rico llegó a Argentina sin saber demasiado de Australia y Turquía, conocen a los dominicanos muy bien, después de haberlos vencido en la frase de grupos del campeonato americano U16 del 2017 y en la Final del CentroBasket U15 en 2015.

"Espero un juego muy físico y difícil. Me conocen bien, por lo que van a jugar realmente duro", dijo Curbelo, quien anotó 25 puntos, cinco rebotes, cinco asistencias y cuatro robos en 2017; y 18 puntos,  seis rebotes y seis asistencias en el 2016. "Pero eso no evitará que hagamos nuestro trabajo y que juguemos duro."

El nativo de San Juan y sus compañeros de equipo tiene altas expectativas en este torneo.

"Nuestra meta  es ganar el torneo, obviamente, pero necesitamos jugar duro y unidos y seguir el plan de juego," dijo. "Somos un gran grupo de jugadores y todo lo que tenemos que hacer es sacrificarnos y pasarla bien".

Una de las incógnitas de Curbelo en el torneo era no saber qué esperar de los europeos.

"No saber su nivel debería hacernos jugar incluso mejor e imponer nuestro estilo," dijo.

Curbelo y compañía realmente se lo demostraron a Turquía. Que el próximo equipo europeo quede advertido. 

FIBA