Día 5: la defensa gana campeonatos y el ataque aficionados alrededor del mundo

TOKYO (Japan) - Sergio Scariolo debe estar preocupado por luchar contra Eslovenia por el primer puesto del grupo. Pero al mismo tiempo, probablemente esté sonriendo y elaborando un plan maestro en el fondo.

Porque, por una vez, a Scariolo le vendría bien un torneo en el que su equipo no es el que está en las portadas. España es solo un favorito discreto, en comparación con los que trajeron el ruido en el Saitama Super Arena, equipos como Francia, Australia o incluso sus rivales de grupo, Eslovenia. Y que España esté detrás del telón debería ser una señal preocupante para todos los demás equipos del mundo.

"Cuando están listos, son el mejor equipo defensivo de los Juegos Olímpicos. Hoy demostraron que son mejores que nosotros", dijo el técnico argentino Sergio Hernández tras perder por 81-71 ante España.

Fue una repetición de la final de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA ​​2019, y el camino de Pekín a Saitama podría titularse La Ruta Ricky Rubio, porque el base español volvió a tomar el timón. Estableció un nuevo récord personal para la selección nacional con 26 puntos. ¿Su récord anterior? Los 20 puntos que tuvo ante Argentina en la Final de 2019.

"Ricky está en un gran nivel ahora", dijo Hernández.

Rubio tuvo un partido enorme contra tipos como Facundo Campazzo, Nicolas Laprovittola, Luca Vildoza y Leandro Bolmaro. Los perímetros rivales son profundos y complejos, pero a Rubio no parece importarle quién está jugando en un nivel completamente nuevo.

"Espera. ¿No lo has visto hace dos años?" Sergio Llull se rió de ello, recordando a la gente que ​​Ricky es el líder del equipo.

"Probablemente debería venir a retirarme en Asia", bromeó Rubio después de que le preguntaran sobre su nivel de élite en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, la Copa del Mundo 2019 y ahora los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Con Rubio haciendo el daño en el lado ofensivo, la defensa de España una vez más no obtendrá el crédito. Pero al ver jugar a España a lo largo de los años, sabes que se está gestando algo especial cuando tipos como Rudy Fernández, Víctor Claver, Willy Hernangomez y otros están dispuestos a ensuciarse las manos y jugar para el equipo. ¿Un minuto? Un minuto. ¿Treinta minutos? Treinta minutos.

Es un cambio completo del vibrante ataque español que estábamos acostumbrados a ver en todos esos años con Sergio Scariolo al timón. Pero incluso la España defensiva tuvo problemas con Luis Scola, el jugador de 41 años en sus quintos Juegos Olímpicos, jugando contra Pau Gasol, otro de 41 años en sus quintos Juegos Olímpicos.

 

"Esa es una hermosa historia del deporte, estos dos muchachos se lo merecen, por sus valores, por su amor por este juego, su compromiso con sus equipos, ya sean clubes o selecciones nacionales, y por su deseo de mostrar el camino", dijo Scariolo. "Dar el ejemplo a muchas generaciones que vinieron después de ellos y que están tratando de aprender. Quiero decir que va a ser un momento triste justo al final de estos Juegos, cuando se dirán adiós. Pero el mundo del baloncesto debería poder retener ellos dentro de su familia, en cualquier otro rol que les convenga".

Pero de brillar y recordar cuando hablaba de Gasol y Scola, el técnico español rápidamente se puso serio cuando se le preguntó sobre su próximo oponente. Porque está preparado para enfrentarse a los enamorados del mundo entero. La ofensiva de Eslovenia contra la defensa de España. ¡No hay nada mejor que eso!

"Tuvieron dos partidos, superando a sus oponentes por un promedio de alrededor de 25 puntos, y estos fueron buenos rivales a los que se enfrentaron", dijo el entrenador de España. "Tendremos que planificar y ejecutar nuestro plan lo mejor posible, sin perder nuestra identidad".

 

La identidad de Eslovenia fue demasiado para Japón en la jornada 5. Luka Doncic coqueteó con un triple-doble -sólo tuvimos dos de esos en la historia de los Juegos Olímpicos- y terminó con 25 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias, 2 robos y 2 tapones para llevar a Eslovenia a una victoria por 116-81.

"Juegan a un ritmo de 96 posesiones por partido. No creo que eso se haya registrado nunca en el baloncesto FIBA", dijo el entrenador de Japón, Julio Lamas.

"En los últimos 30 años, no creo haber visto a nadie dominar en un solo torneo de la forma en que Luka Doncic domina ahora".

Eslovenia está jugando un baloncesto absurdo en este momento. No es solo Doncic. Es la forma de Zoran Dragic, quien logro 24 puntos en 13 tiros, es la tranquilidad de Vlatko Cancar (16pts) desde lo profundo cuando otros crean para él, es el liderazgo de Klemen Prepelic (12pts, 5ast, 4reb) desde el banquillo, es el espíritu de equipo y la química que hace que toda la delegación salte y pierda la cabeza cuando Aleksej Nikolic anotó un triple tardío contra Japón.

Ese de Nikolic significaba que Aleksander Sekulic tenía 12 anotadores diferentes. Su equipo metió 118 y 116 en los dos primeros partido del país en los Juegos Olímpicos. En Tokio, los Junaki son la de Croacia de 1992. Yugoslavia de 1996. Lituania o Francia de 2000. Argentina o Italia desde 2004. España de 2008 o 2012. Un equipo simpático con potencial ilimitado. Un equipo por el que se pregunta a todos los demás entrenadores y jugadores.

"Demostramos nuestro poder juntos como equipo, tener 27 asistencias y 54 rebotes dice algo sobre este equipo, y estoy muy orgulloso de ellos", dijo Sekulic al vencer a Japón. "Jugaron duro durante 40 minutos para construir la ventaja que teníamos al final".

Con Eslovenia y España en la siguiente ronda, se podría suponer que se relajarán y descansarán los titulares. Uno estaría equivocado: los ganadores de grupo serán sembrados en el sorteo de los cuartos de final el domingo. El perdedor está en peligro de caer en el bote sin cabezas de serie, lo que significa un oponente mucho más duro en la octava fase de élite de los Juegos Olímpicos.

Y mientras Eslovenia y España nos brindan un choque de estilos, Argentina y Japón nos brindarán un choque de hermanos. El entrenador de Argentina, Sergio Hernández, y el entrenador en Japón, Julio Lamas, son lo más cercano que pueden estar dos colegas. Lamas fue asistente de Hernández en Beijing 2008, Hernández fue asistente de Lamas en Londres 2012, ambas veces con Argentina.

Ahora, están al filo con un balance de 0-2 y necesitan una victoria para tener la oportunidad de recoger uno de los dos boletos para los equipos terceros en sus grupos.

"No importa lo que suceda en ese partido, Julio seguirá siendo un amigo. Más que un amigo. Como un hermano", dijo Hernández mientras sus ojos se iluminaban al hablar sobre el próximo enfrentamiento.

Un día loco les espera cuando salgan a la cancha. Pero hasta entonces, los hombres tienen un día libre, seguido de un día salvaje con los últimos cuatro partidos de la fase de grupos el sábado.

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