La diversidad cultural de Honduras Mini Baloncesto
TEGUCIGALPA (Honduras) - El Mini Baloncesto es un movimiento alrededor del mundo, donde se muestran características culturales de comunidades o grupos infantiles que marcan y transforman al desarrollo de l
TEGUCIGALPA (Honduras) - El Mini Baloncesto es un movimiento alrededor del mundo, donde se muestran características culturales de comunidades o grupos infantiles que marcan y transforman al desarrollo de la disciplina en un ejemplo de cómo el deporte logra unificar niños con costumbres, hábitos, nacionalidades y personalidades diferentes pero que, mantienen en común lo mismo: el juego del baloncesto.
Dentro de la dinámica natural de Honduras Mini Baloncesto, se ha mantenido el principio de participación abierta, donde a algún niño, con un vínculo de baloncesto del entorno que pertenece a otro país, se le ofrece o presenta la alternativa de conformar representaciones hondureñas, bajo dos principios: diversidad cultural, es decir aprender de otros niños sobre sus entornos y costumbres, y fortalecimiento del desarrollo deportivo, aprender del baloncesto de estos niños.
Honduras ofrece al mundo un movimiento deportivo enriquecedor en valores, como la hermandad y el respeto, pero también es importante transformar la dinámica deportiva a través de la forma en la que los niños aprenden: observando e imitando.
“Es momento de una nueva identidad para el Mini Baloncesto”, fue lo que se propuso la Fundación Internacional de Baloncesto (IBF), que lanzó una iniciativa mundial al dar un nuevo impulso a la disciplina. El baloncesto juega un papel crucial en atraer a niñas y niños de 5 a 12 años de edad al deporte, es que es a esa edad, donde los niños tienen su primer contacto con el deporte y particularmente con el deporte de equipo.
FIBA Mini Baloncesto agrupa un espacio de bienvenida a todo el desarrollo del mundo, invita a compartir, a fomentar el deporte desde entornos sanos, divertidos, sin barreras, estereotipos o diferencias. Por ello creó su logo distintivo, una imagen propia del baloncesto infantil, para la identificación del Mini en todo el mundo, eligiendo la riqueza y variedad de colores, representando la diversidad del movimiento.
El presidente de FIBA, Horacio Muratore, dijo: "El Mini Baloncesto es extremadamente importante para el futuro de nuestro deporte. A través de esta iniciativa, podremos abrazar el poder de nuestro deporte y lo que puede hacer para el desarrollo".
“Estamos dentro de los campos que anteriormente se mantenían fuera de las reproducciones tradicionales de baloncesto, los factores psicológicos y emocionales detrás del Mini Baloncesto. En esta etapa donde, el Mini de Honduras está mostrando su personalidad, es necesario conocer qué piensan, sienten, les impresiona y les llama la atención, porqué son sus comportamientos los que afectan su disposición ante el juego”, expresó en FIBA.basketball, Carmen Cubas, Coordinadora de Honduras Mini Baloncesto.
“Se han detectado 5 etapas al integrar a un niño de otra nacionalidad a nuestro movimiento, primero la selección, motivos por el cual se elige e invita a participar a un niño en específico; segundo la integración, cómo el niño se involucra en la dinámica del equipo, para encontrar aceptación; tercero la adaptación, el respeto a las diferencias individuales entre los niños, logrando relacionarse de manera positiva y ejecutar su rol dentro del equipo; cuarto la pertenencia, sentirse parte del grupo, y comprometerse a dar lo mejor de sí de manera natural; y quinto, el seguimiento, donde se analiza con la familia del menor y los entrenadores de Honduras Mini Baloncesto, el proceso post participación, para marcar los resultados de todo el ciclo”, explicó Cubas.
Rodrigo García es un niño de 11 años que nació en México, pero vive en Panamá hace más de un año, y jugó la Copa Amistad Internacional del pasado 3 al 7 de junio en Panamá, defendiendo los colores de Honduras: “Me sentí nervioso cuando me avisaron de la Copa Amistad, porque iba a jugar con gente nueva y representar a Honduras. Hice varios amigos, aprendí mucho sobre la cultura y la gente, me hablaron de sus pasatiempos y me invitaron a visitar el país. Fue una gran experiencia participar en este tipo de torneos”.
Además, la coordinación de Honduras Mini Baloncesto le entregó a Rodrigo implementos personalizados, uniformes, camisas de presentación con el número que él eligió y sudadera para que además mantuviera un recuerdo positivo y facilitara su integración.
La familia es otro de los pilares fundamentales en el desarrollo de los niños, es que, si ellos acompañan el proceso, entonces los resultados serán altamente positivos. “Estamos muy contentos y nos sentimos honrados que hayan invitado a Rodrigo a participar en el equipo de Honduras. Nos dimos cuenta de que es un equipo con mucha gente valiosa, los entrenadores lo ayudaron a integrarse. Para nosotros ha sido una gran experiencia como padres y para él, algo que no esperaba y que realmente lo gozo y disfrutó, siendo esta la primera vez que participa en un torneo internacional”, contó Lucia Iracheta, mamá de Rodrigo García.
Honduras Mini Baloncesto evaluó que este tipo de movimientos con las dinámicas entre los niños hondureños y los niños de nacionalidades varias dio resultados altamente positivos porque detrás de participar en un festival, lograr una medalla, el valor primordial del Mini Baloncesto es hacer amigos.
FIBA