Hield y Ayton: tarjeta de presentación del desarrollo del básquet en Bahamas
Tanto Buddy Hield como Deandre Ayton se criaron tirando al canasto entre las palmeras y los mares turquesas de la Bahamas. Ahora ambos son jugadores estrella de la NBA y el mejor ejemplo para todos los niñ
Tanto Buddy Hield como Deandre Ayton se criaron tirando al canasto entre las palmeras y los mares turquesas de la Bahamas. Ahora ambos son jugadores estrella de la NBA y el mejor ejemplo para todos los niños y niñas en la isla que sueñan con alcanzar el más alto nivel del baloncesto.
Seleccionados dentro del top 10 en sus respectivos sorteos en la NBA, Hield y Ayton no salieron de su país hasta entrados en la escuela superior. Desarrollados como juveniles en suelo bahameño, Hield sarpó rumbo a la Academia Cristiana Sunrise en Kansas cuando tenía 18 años, mientras que Ayton fue reclutado a sus 15 años por la Escuela Balboa City, de San Diego. Ambos ya profesionales, regresan a Bahamas constantemente para aportar a la comunidad y demostrar que todo es posible.
Hield de 26 años es oriundo de Freeport, un sector de bajos recursos con una población estimada de 46,000 habitantes en el Suroeste de la isla.
Hield fue reclutado por la Universidad de Oklahoma, donde dejó su estampa con 17 puntos por partido y 5 rebotes en sus cuatro temporadas con los Sooners. Seleccionado sexto por los Pelicanos de Nueva Orleans en el sorteo del 2016 y luego cambiando a los Kings de Sacramento, Hield continúa produciendo para cuota de 14 puntos por cotejo, siendo esta (2018-2019) su mejor temporada hasta el momento con promedio de 20 tantos.
Ahora para el jugador es momento de recompensar a sus raíces. Hace cinco años que Hield organiza un campamento anual de baloncesto en Bahamas llamado Eight Mile Rock Camp donde participan cerca de 300 niños y niñas desde los ocho hasta los 19 años.
“Es una bendición”, dijo Hield durante la más reciente edición del campamento. “Cuando planifico mi temporada muerta siempre tomo en cuenta poner el campamento en mi agenda. Siempre es importante regresar a casa y brindar algo a los niños y a la comunidad. Yo sé lo que es crecer aquí, por lo que ser un ejemplo para estos niños, brindarles la oportunidad de aprender algo, es importante, es algo a lo que le pueden sacar provecho, es una prioridad para mí”, añadió.
“Le doy gracias a Dios cada día por ser capaz de utilizar mi plataforma para enseñarle a estos niños lo que toma alcanzar el próximo nivel. Ojalá yo pueda inspirar a algunos para que sean los próximos embajadores de Bahamas en el baloncesto o cualquier otro campo”, expresó Hield.
En 2018 Hield sudó la camiseta nacional, participando en dos partidos como parte de la primera ronda del Torneo Clasificatorio a la Copa Mundo FIBA 2019. En el primero contra Islas Vírgenes, Hield anotó 21 puntos, incluyendo cinco triples y además recuperó 13 rebotes y repartió seis asistencias en causa perdida. En su segunda salida frente a República Dominicana, el alero de 6 pies 4 pulgadas, colaboró con 19 puntos y 8 rebotes, además estuvo muy activo en defensa logrando tres cortes de balón durante 28 minutos de acción.
En 2014, Hield puso números importantes para Bahamas en el Centrobasket de Nayarit, México, donde lideró el torneo en anotaciones con 19.8 puntos por partido y seis rebotes.
Deandre Ayton, por su parte, con 21 años y natural de Nassau, representa el futuro y la inmediatez del baloncesto de la isla, algunos van más allá, llamándolo “la cara del deporte en Bahamas por los próximos 15 años”.
Con educación en la Universidad de Arizona, donde firmó promedio de 20 puntos y 11 rebotes por partido en su primera y única temporada, y siendo la primera elección en el sorteo de 2018 para los Phoenix Suns, Ayton ha llenado las expectativas de todos poniendo 16 puntos y 10 rebotes en la pizarra cada noche. El pívot de siete pies de estatura es la obra maestra que Bahamas espera develar en su próxima oportunidad internacional.
“Demuestra que cualquiera lo puede lograr”, dijo Ayton durante una entrevista reciente para el periódico Tribune 242 de Bahamas. “Buddy y yo, cuando éramos más jovenes, éramos los chicos en el campamento que decían que queríamos ser jugadores de la NBA y que queríamos ser como los talentos de NBA que visitaban el campamento. El trabajo duro brinda resultados y los niños tiene que saber que no es fácil jugar en el más alto nivel, es mucha responsabilidad y muchos sacrificios, así que deben estar preparados para eso.”
En su más reciente participación vistiendo los colores patrios en el Centrobasket 2016 de Ciudad de Panamá, Ayton estuvo imparable registrando promedio de 16 puntos y 11 en cuatro partidos y cargando el mayor peso de la ofensiva bahameña.
La dupla de jugadores siguen los pasos del estelar canastero natural de Bahamas, Mychal Thompson, —padre de Klay Thompson de los Warriors de Golden State— quien abrió paso para los baloncestistas de la isla para aspirar a la NBA tras una exitosa carrera con los Trail Blazers de Portland y los Lakers de Los Ángeles desde 1978 hasta 1991.
Hay otro eslabón en común dentro del proceso de desarrollo de Hield y Ayton y se trata de las frecuentes participaciones en el Jeff Rodger Youth Basketball Camp. Este campamento para niños y niñas se viene realizando por 32 años en la Bahamas con el auspicio del Ministerio de la Juventud, Deporte y Cultura, y ha tenido entre sus recursos a Tyron “Muggsy” Bouges, Byron Scott, Kyrie Irving, Klay Thompson, Draymond Green y Mark Jackson.
Los resultados del desarrollo del baloncesto en Bahamas no se reservan exclusivamente en el lado masculino, ya que la isla actualmente cuenta con dos mujeres nativas jugando como profesionales en el exterior.
Jonquel Jones, pívot de 6’6’ participa en la Liga Premier de Rusia con el UMMC Ekaterinburg, equipo que marcha invicto al momento, y donde mantiene cuota de 16 puntos por encuentro.
Mientras que Waltiea Rolle milita con el Xianjiang Magic Deer de la Asociación China de Baloncesto para Mujeres, donde promedia 10 puntos y cuatro rebotes.
FIBA