El baloncesto ecuatoriano evoluciona con un equipo que trae renovación al país

IBARRA (Ecuador) – La organización de uno de los grupos de la Liga Sudamericana 2019 es otro de los grandes momentos del año para la Federación Ecuatoriana de Basketball (FEB), siendo anfitriones del Grupo A de la competencia, que reúne a los mejores equipos de Sudamericana. Entre el 1 y 3 de octubre se desarrolla el torneo internacional en el Coliseo Luis Leoro Franco de Ibarra y para esta cita, Ecuador se presenta con Piratas de los Lagos, un club fundado en 2016, que ya está dejando sus huellas.

Esta es la segunda edición que Piratas participa en La Liga Sudamericana. Un club de sólo 3 años, que se transformó en una franquicia importante en el baloncesto de Ecuador.

El entrenador argentino Luciano Martínez, desde su llegada al país, estuvo enfocado en llevar a cabo un proyecto de baloncesto y ya en la temporada 2018/19, logró ser el técnico principal, y junto a Paúl Cano, uno de los mentalizadores, construir la estructura de un club que está trabajando en las bases y en todas las categorías, algo poco común en Ecuador.

Además, el coach trabaja con todas las selecciones nacionales del país en post del crecimiento y resultados a futuro. El proyecto de Piratas está relacionado con el interés del entrenador en reforzar las categorías formativas y fomentar el desarrollo en los niños y niñas del país.

“Comenzamos con casi 70 chicos practicando baloncesto y ahora estamos con 300 en el proceso de solo un año. Ese crecimiento se debe al compromiso del equipo de mayores, la visión del armado de un club en proceso que tiene 3 temporadas, ya con dos participaciones en la Liga Sudamericana. Hay mucha respuesta favorable a la participación en el baloncesto de menores”, expresó Martínez en FIBA.basketball.com.

En el 2018, Piratas participó de su primera Liga Sudamericana no con el afán de poder tener un equipo de presupuesto alto y competitivo para las circunstancias, eso estaba claro, sino con la idea de tener el objetivo al frente y no dar pasos sin ver el costo-producción.

“Este año nos tocó un mejor armado de equipo y no tuvimos el desgaste lógico de una competencia previa. Los jugadores fueron elegidos de acuerdo a la franquicia, apostamos a tres jugadores foráneos de nivel para que la competencia tenga un equipo con presencia mucho más performance que el año pasado, que fue de participación”, afirmó el coach.

El ser anfitriones de la Liga Sudamericana no es casual, la FEB apuesta a que cada vez más competencias continentales e internacionales se puedan disputar en suelo ecuatoriano y que el desarrollo de los niños y niñas del país también aumente. Ibarra es el ejemplo, porque tiene muchos aficionados, es una plaza a la que la gente concurre y se interesa por el baloncesto.

El quinteto imbabureño representará al Ecuador en este evento que reúne a clubes de Bolivia, Colombia y Paraguay.

“La organización está avocada a que los equipos estén con todas las atenciones previstas para que tengan una excelente estadía, algo importante para el futuro de otras competencias en Ecuador. El equipo lo armamos en base a la gente que se ha comprometido con el proyecto de la temporada anterior”, contó Martínez y enfatizó en que “hay compromiso de los equipos mucho más serio para invertir en planteles fuertes y que esta Liga Sudamericana tenga un mejor nivel. De eso tenemos que tomar conciencia y estamos en el buen camino”.

Carlos Guevara, presidente del club, expresó que para esta edición las entradas generales no superarían los cinco dólares y la preferencia no sobrepasaría los 10 dólares, esto para atraer a más público y que el coliseo se vea colmado.

En 2012, cuando el Club Mavort jugó de local en Ibarra, precisamente en la cancha del coliseo Luis Leoro Franco, los hinchas imbabureños disfrutaron de un buen baloncesto. En esa oportunidad, estuvieron en Ibarra elencos de Argentina, Brasil, Venezuela y el representante de Ecuador.

Siete años después, la Liga Sudamericana regresó al país ecuatoriano, pero está vez, con un representante propio, el Club Piratas de los Lagos, que llegó para quedarse, hacer crecer el baloncesto y seguir dando que hablar en el mundo.

La FEB, al igual que todas las federaciones nacionales, siente que este es el camino por el cual tienen que transitar los clubes en el país. El fogueo en categorías menores, el ejemplo de lo realizado por los mayores, y las experiencias que obtengan, serán el futuro del baloncesto en el país.

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