Una competencia local lleva al baloncesto de Bolivia a soñar en la Selección
COCHABAMBA (Bolivia) – La Federación Boliviana de Basquetbol (FBB) transita un gran momento con el desarrollo, desde fines del 2018, de una liga para menores denominada Liga Boliviana Menor de Básquetbol (
COCHABAMBA (Bolivia) – La Federación Boliviana de Basquetbol (FBB) transita un gran momento con el desarrollo, desde fines del 2018, de una liga para menores denominada Liga Boliviana Menor de Básquetbol (LIBOMENOR), que inició en el mes de abril y que finalizó en junio con la disputa de las finales. El ganador de esta competencia, para categoría 2005 en su versión inaugural 2019, fue Urcupiña de Quillacollo, que además de ser el primer campeón, obtuvo el gran premio de disputar el Torneo Sudamericano Masculino U14, que se realizó en Goiânia, Brasil, del 2 al 6 de julio, representando los colores de su país.
Esta selección no logró conseguir buenos resultados en el torneo, pero sí posicionar en lo más alto a los colores de su bandera, consiguiendo en el torneo continental, el premio al Equipo Fair Play (Juego Limpio), además de ser el mejor segundo equipo anotador con 216 puntos, detrás del campeón, Argentina (392), y teniendo al máximo anotador de la competición, Adrián Corrales, y a Ignacio Jiménez entre los mejores 5 de la competencia.
Marco Arze y Gustavo Carmona, Presidente y Vicepresidente de la FBB, llevan a cabo el proyecto de la LIBOMENOR en su gestión, un proyecto que tiene como principal objetivo hacer crecer a las categorías menores para así fortalecer la liga mayor y en un futuro a la selección nacional.
“La liga será de una gran utilidad para la formación de chicos para que el día de mañana sean la reserva de los mayores”, afirmó Marco Arze.
Los mejores dos equipos de esta primera edición fueron los clubes de Urcupiña y E.J Plaza, siendo la final al mejor de 3 juegos, con la victoria de Urcupiña en dos de ellos, para ser el campeón de la primera edición de la inédita LIBOMENOR.
“En un 90 por ciento todo es positivo en el debut de la LIBOMENOR. El compromiso de los chicos es increíble, también de los padres que llevan a sus hijos a jugar”, dijo el máximo dirigente de la FBB.
“Las estrellas del futuro están en estos equipos, hay niños que tienen un talento increíble. Se está haciendo un gran trabajo por estos jóvenes y si se le da continuidad va a ser una maravilla”, expresó en FIBA.basketball, Antonio Plaza, entrenador de E.J Plaza.
La competencia pensada en los niños del país boliviano, trae emparejado grandes proyectos a futuro. Se espera que un periodo de entre 4 a 5 años, sean los jugadores de la LIBOMENOR quienes fortalezcan a la Liga Boliviana de Básquetbol (LIBOBASQUET) y que el campeón de esta competencia pueda competir en la Liga Sudamericana y que además, la Selección Mayor de Bolivia, tenga elementos seleccionables con las condiciones técnicas de disputar una futura clasificación a una Copa del Mundo.
“Como primer vicepresidente y responsable de las ligas en Bolivia, ha sido una gran satisfacción la participación de Bolivia en el Sudamericano U14 de Brasil. Tuvimos el apoyo de los padres de familia para que el equipo campeón de la LIBOMENOR asista al torneo, como premio deportivo, en representación del baloncesto de Bolivia”, añadió el Vicepresidente de la FBB, Gustavo Carmona en FIBA.basketball.com.
El Club Urcupiña, tras derrotar, en los Playoffs al mejor de tres juegos, a su rival de E.J. Plaza, se coronó campeón de la primera edición de la LIBOMENOR. El último partido se disputó con mucho nerviosismo, según cuentan los aficionados del baloncesto boliviano, es que era la primera vez que tanto Urcupiña como E.J. Plaza, se disputaban un título de esta magnitud y más aún, teniendo el premio mayor, el de representar a Bolivia en el Torneo Sudamericano.
En esa final, el resultado fue lo de menos, los integrantes de los dos clubes y representantes de la ciudad de Quillacollo, dieron la vuelta olímpica juntos, para demostrar que lo importante no es la competencia si no el aprendizaje adquirido.
“En Bolivia no vivimos del baloncesto, vivimos para el baloncesto. Creer que se podía jugar una liga en Bolivia, fue nuestra motivación”, expresó en FIBA.basketball, Marco Corrales, coach del Club Urcupiña.
“Salimos campeones ante un Coliseo llenó en Quillacollo. Hace tiempo no sé veía tanta gente en un partido de baloncesto. Le pedimos al equipo de E.J Plaza dar la vuelta olímpica juntos, demostrando que no hay rivalidades entre nosotros”, añadió el entrenador.
Por su parte, el Presidente, Marco Arze, agradeció a los padres de familia por ser los principales impulsores de esta primera gran edición y recalcó que “con este nuevo producto de la FBB, el baloncesto boliviano se acrecentará en los próximos años, para alimentar de nuevos talentos a la LIBOBASQUET (liga mayor) y para acortar distancias técnicas en el contexto internacional”.
Así fue como Bolivia integró el Grupo B en el Torneo Sudamericano, junto al local Brasil, Chile y Paraguay, mientras que en el Grupo A, estuvieron presentes las selecciones de Argentina, Ecuador, Colombia y Uruguay. El resultado deportivo en el torneo fue de un récord 0-4 en las posiciones finales, pero los premios que se llevaron a casa, valieron mucho más que todo.
“Sabíamos que en el Sudamericano U14, íbamos a competir ante grandes selecciones del continente. Podríamos haber reforzado al equipo, pero decidimos viajar con los chicos que habían jugado durante todo el año en el Club. Podríamos haberle hecho más frente a selecciones potencias como Brasil o Argentina, pero la idea de este torneo era otra, era la de aprender, conocer y llevarnos la experiencia”, contó Corrales.
“En Brasil, las selecciones y aficionados presentes, no creían que éramos un equipo formado en un colegio y que nos habíamos animado a enfrentar a selecciones como la de Brasil, Paraguay, Chile. La diferencia física estaba muy marcada, con chicos de 1.84 metros enfrentamos a jugadores de más de 2 metros”.
“Brasil nos hizo pagar el derecho de piso, perdimos con ellos en el debut (24-97), y eso reflejaba lo que pasaba, nosotros teníamos a chicos sin experiencia, que no habían sido ni siquiera selección provincial. Al día siguiente, contra Chile, ganamos gran parte del partido, pero ellos se adelantaron y no pudimos recuperar la diferencia (42-69). El entrenador de Chile, Daniel Frola, se acercó al finalizar el partido, me dijo que realmente el nivel de los chicos era muy aceptable. Luego ganamos la gran parte del partido contra Paraguay, ellos se sorprendieron de nuestro nivel, pero caímos (60-69). Perdimos contra Uruguay (49-70) porque nos quedamos sin banca y contra Colombia (41-80) ya estábamos muy cansados”.
Sin embargo, en la premiación, Bolivia, se llevó el reconocimiento y la ovación de todos los presentes. El premio Fair Play, siendo el equipo más correcto del campeonato, algo muy importante para el país, que además tuvo otro gran reconocimiento, el de Adrián Corrales, hijo del coach Marco, quien fue el máximo anotador del torneo, convirtiendo 94 puntos y promediando 18,8 por partido, y el de Ignacio Jiménez, que fue el quinto mejor anotador del torneo, con su aporte de 70 puntos.
Adrián Corrales juega en el puesto de base y alero, comenzó a jugar a los 4 años y luego a los 7 años se fue a jugar en el Club Urcupiña con su padre.
“Fue una gran experiencia. Cuando nos dijeron que íbamos a representar a Bolivia en el Torneo Sudamericano, me sentí muy feliz y con ganas de ir a ganar. Fuimos a Brasil, vimos el físico y estatura de los rivales, pero no bajamos la cabeza. Les hablé a mis compañeros y les dije que ellos podían ser mejores en físico, pero nosotros teníamos un gran corazón. Lo que hicimos fue histórico, un colegio le estaba haciendo frente a los mejores jugadores de cada país”, expresó el jugador de 1.79 metros.
“Es muy importante para mí y para mí país, haber sido elegido como el mejor encestador del torneo. Esto no termina aquí, hay que seguir trabajando. Los colores de la camiseta de mi país siempre por delante, uno de mis sueños es el de ser algún día selección nacional”, contó un Adrián, lleno de anhelos, que quizá algún día pueda cumplir y recordar a este como uno de los momentos más importantes en su vida.
“Es un hito deportivo, algo histórico para el baloncesto de Bolivia porque en ninguna categoría jamás se había logrado antes esta proeza deportiva. Con esto, se demuestra que el lanzamiento de la LIBOMENOR fue un gran acierto, que se proyecta en cosechar los frutos en un proceso de 6 a 8 años, donde se espera lograr formar talentos con proyección para la LIBOBASQUET, la Selección Nacional, y si fuera posible, exportar algún día jugadores de jerarquía al exterior”, añadió Gustavo Carmona, en FIBA.basketball.com.
“Recibimos muchos halagos de las distintas selecciones. Y nos decíamos a nosotros mismos, que si un colegio le jugó de par a par a otras selecciones, cómo sería jugar con una Selección de Bolivia. Pedimos a grito oportunidades y nos dimos cuenta que hay talento. Viajamos 48 horas en autobús para lograr el reconocimiento y cuando volvimos fuimos recibidos y reconocidos por la Federación y por la ciudad de Quillacollo”, dijo el coach, que afirmó: “La mentalidad de todos a partir de este viaje, ha cambiado”.
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