Gonzalo García: "Al fin se tenía que dar"
BOEDO (DIRECTV Liga de las Américas 2018) - Cuando se concretó la victoria ante Mogí das Cruzes de Brasil y la conquista de la DIRECTV Liga de las Américas ya era una realidad tangible, Gonzalo García, el
Por: ALEJANDRO PÉREZ
BOEDO (DIRECTV Liga de las Américas 2018) - Cuando se concretó la victoria ante Mogí das Cruzes de Brasil y la conquista de la DIRECTV Liga de las Américas ya era una realidad tangible, Gonzalo García, el entrenador de San Lorenzo, se abrazó a sus íntimos y soltó, con sensación de alivio, un sincero “¡al fin se tenía que dar!”.
La exclamación reflejaba sentimientos muy íntimos del entrenador que, más allá de la incomodidad que le producen las entrevistas periodísticas, se anima de confesarlas.
“Hacía años que venía peleando por lograr un título grande. Estuve cerca un par de veces, pero no se me dio. Lo buscaba. Si bien no puedo quejarme de mi trayectoria profesional, esta Liga de las Américas es mi primer título importante como entrenador jefe. Y haberlo conseguido me permite estar más tranquilo”, reconoce García, de 50 años.
Enseguida el entrenador aclara: “No necesitaba este título para demostrarle nada a nadie, ni para sacarme una presión de encima. Sentía que me lo debía a mí mismo, nada más. Algo íntimo, cumplir un deseo. Pero esto es secundario. Lo prioritario fue lograr el objetivo que se había puesto el club y de haber ayudado a cumplirlo, lo que me generó una gran satisfacción. Después, yo tenía una cuenta pendiente conmigo mismo y San Lorenzo me brindó todos los medios para cumplirla. Por eso no quería que se me escapara”.
Gonzalo García lleva dos décadas dirigiendo en el máximo nivel profesional de Argentina, tuvo experiencias internacionales en Uruguay y Brasil y desde 2004 integró casi todos los cuerpos técnicos del equipo nacional argentino. Aun con cambios de entrenadores jefes, entre Rubén Magnano, Sergio Hernández y Julio Lamas, hubo algo permanente, la presencia de García en el staff técnico. Distintas etapas de una carrera destacada, que incluye tres Juegos Olímpicos, tres Copas del Mundo y seis Torneos de Américas.
Por eso, argumenta que “este logro no es para mostrarlo hacia afuera, porque no edifico mi carrera para los demás. Compito contra mí mismo para ser cada día mejor en lo mío. Tenía otros planes para esta temporada, pero cuando apareció San Lorenzo, vi que era la chance de lograr algo importante y eso me entusiasmó”.
Ahí es cuando el entrenador cuenta que “no pensaba dirigir esta temporada. Venía muy cansado, sin vacaciones desde hace 13 años, por los compromisos con la selección argentina, y en el último tiempo había tenido problemas de salud. Tenía decidido parar un tiempo. Pero apareció San Lorenzo con una propuesta ambiciosa, quería ser campeón de América. Eso me hizo cambiar, porque vi un gran desafío deportivo y profesional, no personal. Y el esfuerzo valió la pena”.
Que para San Lorenzo la DIRECTV Liga de las Américas era un deseo inocultable se notó a lo largo de todo el torneo, ya que ese ambiente se respiró alrededor del equipo, a veces jugó a favor y otras, en contra.
El propio García justificó que “se sintió esa presión. Nos contrataron para eso y ni los jugadores ni el cuerpo técnico queríamos fallar. No nos hubiésemos perdonado no ganar la LDA. Por eso en algunos momentos estuvimos trabados, sin soltura. Pero ese mismo deseo por ganar nos hizo salir de algunos momentos malos”.
El entrenador explica lo que significa hoy trabajar en San Lorenzo: “El club pone una gran estructura al servicio del equipo, con personal especializado y responsables en todas las áreas. Los directivos se ocupan de mejorar en todo. Hay mucha gente trabajando en unas instalaciones cómodas. Eso genera un círculo virtuoso y compromiso y responsabilidad en todos los involucrados. El club se merecía el título continental. Nadie puede asegurar buenos resultados, pero se puso mucho trabajo para que los hubiera”.
Gonzalo García es muy respetado en el básquetbol argentino. Por sus colegas, pero, sobre todo, por los jugadores. La Liga de las Américas parece haberlo transportado a un nivel superior, un lugar de privilegio.
Sin embargo, el entrenador, siempre militante del perfil bajo, deja en claro que “no me siento en el mejor momento de mi carrera. Una trayectoria no se construye por un buen resultado. Me siento el mismo entrenador que antes de este título. Por supuesto que estoy muy feliz por el club y por mí por ser campeón de América, pero las trayectorias se construyen año a año, sin descanso”.
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